REFORMA INTEGRAL | «El antes del apartamento de Gonzalo…»

Cada nuevo piso es un nuevo reto. Sabes que la experiencia de tantos años juega a tu favor pero no te conformas con tirar de los mismos recursos. Además el cliente juega un papel fundamental: su edad, su posición social, sus necesidades y gustos… Si se trata de un lector o lectora bolena, la conexión es inmediata. A veces parece que cuando me explican lo que buscan me están leyendo el último post publicado en el blog. Las palabras «topo», «lacado» o «rodapié alto blanco» aparecen una y otra vez en la conversación.

Sin embargo de pronto aparece un cliente «extraterrestre» en el buen sentido de la palabra. No conoce nuestro trabajo, no sigue el blog e incluso no ha husmeado en nuestra web.

Le intento hablar de tendencias, porcelánicos, luz y contraste y ante su cara de asombro y desconcierto dudo si rendirme y hacer por primera vez una reforma clásica, de las que huyo como la peste. En ocasiones me esfuerzo tanto por dibujar en el aire un proyecto que aún no existe que si llevara en la muñeca un cuenta-calorías, el resultado sería similar al de una clase de zumba de 50 minutos sin descanso.

Luego llega la hora de la verdad. Mi equipo descubre que tras los azulejos hay un enorme pegote de pasta sobre un escuálido tabique de medio palmo. Bajantes en lugares imposibles. Grietas en el yeso, suelos en pendiente y ventanas sin hueco para el cajón de la persiana.

Durante las primeras semanas llegas de la obra con escombro hasta los tobillos, mil decisiones por resolver y un cerebro que hace piruetas sobre sí mismo porque no deja de pensar en lo bonito que quedaría un espejo aquí y una lámpara allá. La planificación tiene que ser de libro para llegar a todo y no morir en el intento. Y así hasta que llegas a una especie de «limbo». Las paredes se cubren de blanco y azulejos preciosísimos. Llegan las puertas lacadas y una vez más pasas la mano por encima para notar ese tacto tan suave. No quedan restos de escombros y el proyecto ha dejado de serlo para convertirse en realidad.

Gracias a las sesiones de fotos puedes recordar lo que fue en su día y te ríes en alto porque sabes que en el fondo te encantan «estos fregaos».

Hoy comparto con vosotros algunas de esas fotos explicando en ellas parte de las decisiones que hemos tomado. Así os ponéis en situación desde el minuto cero y me acompañáis en este viaje que una y otra vez, me sigue pareciendo emocionante.

Comenzamos.

reforma integral antes y después

reforma integral antes y después

reforma integral antes y después

reforma integral antes y después

reforma integral antes y después

reforma integral antes y después

reforma integral antes y después

Fotos de Lupe Clemente.

Espero sorprenderos con el resultado final pero para eso, tendremos que esperar hasta el próximo mes de Noviembre. No obstante me encantará leeros aunque sea para decir: «¡vaya cueva!».

¿Seremos capaces de transformarlo en un apartamento irreconocible?

Un Comentario

  1. loving

    qué ganas de ver el resultado!

  2. Sal

    Yo levo dos meses esperando el desenlace… No seáis tan «malas» y enseñárnoslo ya, please! Enhorabuena por vuestro trabajo.

  3. in

    Pienso lo mismo!!!! Deseando ver el ‘Despues’, me encantan vuestras reformas

  4. Anab Sanchez

    no dudo que os está quedando fenomenal. Me encantan estas publicaciones antes y después. Te dan mucho ojo para ver las posibilidades de sitios aparentemente sin ellas.

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